Este acueducto fue trazado con distintos sistemas de conducción de aguas que, desde su origen en el azud del río Tuéjar, salvan grandes escollos topográficos. La longitud de los restos hallados es de 28,6 kilómetros, siendo su entidad comparable con los acueductos romanos más relevantes de España: Segovia, Les Ferreres de Tarragona y Los Milagros de Mérida.
En el acueducto de Peña Cortada coexisten dos tipos, el de acueducto puente y el de acueducto viaducto. En el primero se aúnan las técnicas ya resueltas del puente y del arco honorífico o triunfal que aquí se emplean sobre todo para salvar la rambla de Alcotas y el barranco de la Cueva del Gato con la monumentalidad requerida por sus autores para magnificar el poderío de su imperio. En el segundo tipo de acueducto de circulación libre por canal, canalis structilis, se despliega aquí, en su tramo excavado en roca, el dominio técnico romano en cuanto a sistemas de conducción de aguas.
No se conoce el trazado total del acueducto, aunque con toda probabilidad se puede descartar que su destino fuera Sagunto, que tenía su propio sistema de agua como Liria, donde ocurre lo mismo. Además, por cotas de nivel a esta última llegaría a una cota casi 100 m. por encima de la población. Por otra parte la anchura de la conducción, claramente de dimensión superior por ejemplo a la del acueducto de Tarragona, una de las ciudades de mayor población de la España romana, nos pueden indicar un uso para riego y su destino sería el llano entre Casinos y Liria.